Son aquellas personas que cuando estas solo te pueden brindar algun tipo de ayuda pero sin ser tus amigos saben y te conocen mas de lo que piensas. Dia a dia compartimos con personas las cuales no sabemos nada de sus vidas pero no significa q no podamos brindarles cualquier tipo de ayuda porque cuando nosotros nos encontramos en la misma situacion necesitamos que alguien este con nosostros brindandonos apoyo. Existe un dicho que en la vida no hay amigos sino compañeros pues en verdad yo creo que es falso si existen amigos otra cosa es que no los sabemos conservar o porque simplemente centramos nuestra atencion en cosas menos importantes.por esto mismo la amistad se cautiva dia a dia en donde las personas que lo integran sean como una persona, pero no debemos olvidar que la verdadera amistad se da entre dos personas el compañerismo entre varias a veces creemos que tenemos amigos pero en verdad son compañeros por eso mismo debemos saber diferenciar y escoger.
Si no puedes contra ellos, úneteles”. Esa parece ser la consigna de nuestro colegio frente a la forma cada vez más frecuente con la que los jóvenes adaptan el uniforme escolar, con pantalones a la cadera, poleras de colores debajo de la oficial, además de los accesorios, como piercings, pulseras y cadenas y pelos largos y desordenados. Los derechos del niño se vuelven cada vez más presentes en la opinión pública y, en este contexto, los adultos a veces se pierden en encontrar el margen entre éstos y los respectivos deberes. Que los menores conozcan sus deberes implica supervisar y eso exige más esfuerzo de los adultos. Entonces, por comodidad o falta de tiempo uno puede irse más por el lado de los derechos. Por lo demás, añade Ana María Arón, uno de los derechos más importantes es tener cerca a un adulto que se haga cargo de él, que le ponga límites y que lo haga sentir protegido. Una cosa es no maltratarlo y otra es no ayudarlo a entender que siempre hay normas que cumplir, de lo contrario la convivencia se hace insoportable, se crece con hartos problemas y sin tolerancia a la frustración. Es cierto también que la educación está fomentando el aprender a reflexionar y emitir opiniones. Esto implica tener claro qué me gusta y qué no, pero también saber hacerlo, pues opinar no es desparramar u ofender, precisa Teresa Quintana. Así, padres y profesores debieran cooperar en ir dando forma a las ideas de los niños, mostrándoles por ejemplo que hay que aprender a tolerar la divergencia y que a veces - aún cuando uno opine distinto y eso se respete- sólo queda obedecer.